martes, 10 de enero de 2017

CUAL ES EL FUTURO DE LA PROFESIÓN

En este punto quiero abrir un espacio para tratar de explicar la culpa que le cabe a Arthur Andersen & Co. en el caso ENRON y que ha sido utilizada para estigmatizar a toda lo profesión contable. Hace unos pocos días, un Administrador de Empresas me decía “los contadores están en la olla, únicamente sirven para llevar doble contabilidades. Y es para sostenerlo, porque a mí me colaboran en ese sentido, en una empresa que tengo”.


Aquí yo me permito hacer la siguiente pregunta: ¿Quién es el corrupto?

Existe un punto que han pasado por alto, muchos ignorantes que han terciado en el tema, incluso líderes de Agremiaciones de contadores a quienes su escasa experiencia profesional les impide conocer que los estados financieros son elaborados por la Administración; por lo tanto son los únicos responsables de su contenido y son y deben ser certificados obligatoriamente por las personas que están al frente de la Administración. En años anteriores y aún todavía, por falta de conocimientos de los Administradores; al Contador Público le ha correspondido participar en la confección de los estados financieros, que van a ser objeto de su examen.

A los Contadores Públicos únicamente les asiste el escepticismo, la experiencia, el criterio y juicio profesional para concluir si la Administración les está mintiendo.

Nosotros los Contadores Públicos no podemos apartarnos del principio de la Buena Fe cuando realizamos una auditoría de estados financieros. Dadas las circunstancias que han rodeado todos los hechos acaecidos en los Estados Unidos, a los innovadores de la profesión, que están hablando de la “Auditoría Forense”, se les ha pasado por alto recomendar la implantación de la PRUEBA DEL POLIGRAFO para todos los funcionarios de la Corporación, en el momento en que el Contador Público desarrolla su trabajo sobre “Evaluación del Ambiente de Control”. Sería un recurso que nos garantizaría un alto porcentaje de veracidad de la información; pero no el 100% de que no nos mintieran; pero al menos serviría para atemorizar a los Administradores, quienes cada día, más se especializan en prácticas corruptas.

Quienes quieran profundizar un poco en las causas que originaron los problemas acaecidos, les recomiendo leer la “Sarbanes – Oxley Act of 2002 “.

Más sin embargo, me voy a permitir enumerarles algunas causas de hechos que dieron origen a las falsedades que se presentaron:
1)        La contratación de ex-socios de firmas auditoras por parte de las Corporaciones, lo cual tiene un efecto de “confianza ciega”, para el Equipo de trabajo de la Auditoría.
2)    Como el Equipo de Auditoría está conformado por varios niveles de experiencia, y ocurre que en la mayoría de los casos los Asistentes asignados cuentan con cero “0” de experiencia – quienes deben realizar el 60 % del trabajo –, y debido a su falta de experiencia a estos Asistentes les asiste el temor de hacer una pregunta fuera de contexto, dando como resultado de ello que varios asuntos se pasen por alto. Famosos fueron los casos de colegas que laboraron en las Firmas internacionales y que fueron despedidos al descubrírseles las mentiras, por parte del Encargado, el Gerente o el Socio que formaba parte del Equipo de Trabajo.
3)    Al existir la posibilidad de contratación de los miembros del Equipo de Auditoría, por parte de la Corporación que están auditando, éstos están más a la expectativa de ello, lo cual trae como consecuencia no profundizar en el trabajo.
4)    La falta de experiencia y de recursos técnicos de los integrantes de los Equipos de Trabajo, vuelve rutinario su trabajo.
5)    La necesidad de conservación del cliente y el interés de lograr más trabajos de él, fomenta el abandono del escepticismo profesional y contribuye a la creación de un ambiente de mutua cordialidad.

Con estas pocas reflexiones, yo califico la falta de Arthur Andersen & Co. como “Negligencia Profesional”; pero nunca como “Práctica Corrupta”.

Para que ustedes puedan evaluar el pensamiento de Arthur Andersen & Co., me permito transcribirles varios párrafos del libro “Objetivos y Procedimientos de Auditoría “, el cual para nosotros los que formamos parte de AA & Co., considerábamos como nuestra Biblia.

EL JUICIO PROFESIONAL

Las manifestaciones de la Firma de que se practicó un examen de acuerdo con normas de auditoría generalmente aceptadas y que se incluyeron aquellas pruebas de los libros y documentos de contabilidad y otros procedimientos de auditoría que consideramos necesarios de acuerdo con las circunstancias, reflejan el juicio subjetivo profesional de individuos, particularmente, el socio encargado.

Ejercitar el juicio profesional es una responsabilidad seria. Las consecuencias de las decisiones profesionales afectan a directores, gerencia, inversionistas, acreedores y a otras personas que usan y confían en la reputación de la Firma para auditorías e informes de calidad; si esta reputación se perdiera alguna vez, la Firma no tendría nada. La existencia de la Firma, depende, por lo tanto, grandemente, de la calidad del juicio profesional ejercitado al aplicar las normas de auditoría generalmente aceptadas a trabajos individuales y en desarrollar, aplicar y evaluar pruebas y procedimientos de auditoría.

Aunque la pérdida de la reputación es la penalidad más severa que pudiera sufrir la Firma como resultado de auditorías de mala calidad, los decretos y las leyes consuetudinarias en muchos países, imponen responsabilidades legales a las Firmas de contadores públicos y a su personal. En los Estados Unidos, por ejemplo, la Ley de Valor y la Ley de la Comisión de Valores y Bolsas imponen obligaciones legales a los contadores públicos independientes que examinan e informan sobre los estados financieros de compañías poseídas por el público. Pueden imponerse tanto penalidades criminales como civiles contra una firma de auditores y su personal por la violación de estas leyes; además, bajo ciertas circunstancias, terceros pueden tratar de recuperar daños económicos de los auditores independientes. “

Es una lástima que los pensamientos inspirados en las actuaciones de Mr. Arthur Andersen y Mr. Leonard Spacek se vieran burlados por unos “ Ladrones “ de aquellos que siempre andan al asecho, esperando su oportunidad y por algunos “ Negligentes “, que se equivocaron de profesión.

¿CUÁL ES EL CONTADOR PÚBLICO QUE SE ESPERA EN ESTE NUEVO MILENIO?

La inteligencia humana es y será en el futuro, el recurso más valioso de toda organización, porque mediante ella se crean y aplican conocimientos en forma de: innovaciones de productos y procesos, valor, estrategias, riqueza, ventajas competitivas, etc.

Por lo cual el capital intelectual será una fuente generadora de esas innovaciones, valores, riquezas y ventajas competitivas de los negocios, es por ello que el Contador Público, tiene en él un desafío para lo cual será necesario desarrollar su propio capital intelectual.

Actualmente las empresas se encuentran en constante desarrollo para estar en condiciones de participar con éxito en un ambiente cada vez más competitivo a nivel nacional e internacional.

Es sin duda el entrenamiento y preparación que recibe el Contador Público durante su formación profesional y su preocupación por la educación continuada, lo que le podría permitir una ventaja competitiva sobre algunas otras disciplinas. Solamente una adecuada preparación y un actualizado desarrollo profesional, le permite al Contador Público tener la oportunidad de participar activamente sobre los elementos vitales en la operación de las empresas.

LA CRISIS DE LA PROFESION

Cuando comencé a investigar sobre la situación de la enseñanza, el aprendizaje y el ejercicio de la Contaduría en el País, el primer concepto que me formé fue de que la profesión estaba en crisis; pero después de conciliar ese concepto preliminar resultante de la investigación con las opiniones de los actores principales del entorno: academia, egresados, entes reguladores de la profesión, organismos gremiales y Contadores Públicos destacados, tales como: Rafael Franco Ruiz, John Cardona Arteaga, Harold Alvarez Alvarez, León Martínez Pino, Edgard López Gracia, Samuel A. Mantilla, entre otros, puedo afirmar que tal crisis existe; pero considero que no es de difícil solución.

Ustedes pensarán que soy un iluso y muchos ya se habrán reído de mí, cuando han escuchado de mi perseverancia en la solución de la tan mencionada crisis. Pero yo les quiero decir, lo siguiente:

Los que han hecho avanzar el mundo son los idealistas; son aquellos pocos que han dedicado su vida a la realización de sus sueños en beneficio de los demás, donde su egocentrismo fue rebasado por su propia generosidad; son aquellos que han colocado los intereses de la comunidad por encima de los propios, son los que han asumido la responsabilidad de problemas que ellos no han provocado; son más grandes que la libertad, pues asumen con heroísmo resolver problemas que ellos no han causado.

Encontramos a aquel que se compromete a salvar la vida del planeta y a los niños, de la miseria; quien lleva la estrella de la libertad a un pueblo esclavizado, rescata a un joven de la drogadicción, da consuelo a un anciano abandonado. A aquellos que han superado la reciprocidad del amor limitado, sin importarles la recompensa, les basta amar a quienes no conocen. Dar la vida por seres que tal vez nunca se conocerán es el mayor valor de todos aquellos que se han entregado plenamente para heredarnos un mundo mejor.

Otros dirán que yo no estoy hablando nada nuevo y que no he hecho más que plagiar lo que otros han dicho o han escrito. A eso yo les respondo:

Tus ideales te harán fácil de recordar e imposible de olvidar. Las ideas reflejan el talento creador del ser humano y son los destellos de la genialidad. Erudito es quien ha acumulado mucha información y tiene una memoria privilegiada; en cambio genio es aquel que tiene la capacidad de combinar y utilizar la información, muchas veces de origen diferente, que para muy pocos es posible de visualizar.

Además les digo, que optimista es aquel que ve a través de la niebla, a pesar de la adversidad y los obstáculos, visualiza el sueño que va a cristalizar y no se detiene hasta lograrlo. En cambio, los pesimistas dicen que son realistas y al menor contratiempo se dan por vencidos. Es cierto que tienen los pies puestos en la tierra, pero les falta una estrella que los impulse a luchar por lo que en el fondo desean lograr. Así, seres extraordinarios como Louis Pasteur, que al observar la agonía de un pequeño que moría víctima de la rabia se desafió a sí mismo a conseguir lo que para el resto del mundo científico era imposible lograr: una vacuna antirrábica, y lo logró.

Yo insistiré en mi empeño y espero que Dios ilumine mi inteligencia, de tal forma que yo pueda lograr la meta que me he propuesto: Recuperar la credibilidad y confianza para los Contadores Públicos y la imagen y prestigio de la profesión.

CPA Gonzalo Jiménez Gonzáles


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